EL ¿DESPERTAR? CLIMÁTICO2
Las actividades diarias humanas están cavando la tumba de su propio planeta
Por Loreto Márquez
“Sólo cuando el último árbol esté muerto, el último río envenenado, y el último pez atrapado, te darás cuenta de que no puedes comer dinero.” Esta frase proviene de una sabiduría indoamericana, demasiado sabia para el ser humano. La verdad es que asusta. Pensar en un átomo de carbono y dos de oxígeno, asusta. Y es que mucho oímos sobre el CO2, y realmente es un concepto que se nos escapa. Pero lo que está claro es que no suena nada bien. Y es que las noticias que tienen su sello suelen ser negativas.
¿Sabías que un 90% de las personas comete agresiones contra la naturaleza? Degradación de la tierra, intoxicación del aire, envenenamiento del agua, trastorno del clima… ¿Ha llegado el cambio climático? ¿Hasta qué punto es tan negativo y está relacionado con la destrucción de la capa de ozono?
La revolución climática
Hay algo común que comparte todo el mundo: nuestro clima está cambiando. En los últimos 50 años se han dado cambios que han provocado un descontrol en la naturaleza, un mayor impacto ambiental y también social. Uno de los problemas más importantes que provocan este cambio climático es el fenómeno del calentamiento global, el incremento de la temperatura de
Sin embargo, la mayoría de las personas no saben que el calentamiento global es nocivo. Los gases que provocan el efecto invernadero forman como una capa alrededor del mundo que actúa como filtro de la luz solar. El sol dirige hacia
A pesar de esto, los actos humanos han hecho que las emisiones de CO2 vayan en aumento, lo que ha producido que la atmósfera retenga más calor de lo normal, y es la causa de lo que hoy conocemos como el cambio climático global. Según el libro de Ecología de Robert Leo Smith y Thomas M. Smith, “los científicos estiman que a las tasas actuales de emisión, el nivel preindustrial de 280 ppm (partes por millón) de CO2 en la atmósfera se duplicará hacia el año
El profesor explica que el cambio que se está dando hoy en día se ve acelerado por la acción humana. Es el ser humano y su actividad desenfrenada contra la naturaleza, la que, a través de su triple acción destructiva (emisión de contaminantes, sobre explotación de los recursos y acumulación de los residuos) está provocando este fenómeno. “Así pues, no sólo estamos destruyendo los más importantes sistemas naturales a escala planetaria, sino que esa destrucción está teniendo consecuencias que antes eran impredecibles y que hoy son un hecho”, explica Gonzalo. El hilo conductor de todo esto es la motivación del ser humano de querer más, más y más. La motivación del beneficio, en definidas cuentas: el capitalismo.
Llegan las consecuencias
Son muchas las consecuencias que alcanza este fenómeno del calentamiento. El más conocido de todos es el aumento de la temperatura promedio de toda la superficie terrestre. A causa de la fundición de algunas porciones del hielo polar el nivel del mar ha ido creciendo y se estima que habrá de continuar extendiéndose. Los científicos que acuden a las Cumbres Internacionales sobre el cambio climático dicen que la temperatura promedio puede llegar aumentar hasta un
También causará estragos en los ríos, embalses, lagos… Su agua disminuirá debido a la evaporación adicional causada por este aumento de la temperatura y el flujo permanente de los ríos podría secarse durante algunas épocas del año por lo que se daría una demanda mayor de agua potable. Respecto a los diferentes ecosistemas terrestres, la región tropical se extenderá hacia latitudes más altas y muchas áreas que están llenas de vegetación quedarán secas, ampliándose así la zona desértica del planeta. Los suelos serán más secos y por consecuencia se perderán con mayor facilidad más nutrientes. Es decir, los efectos llegarían a todos los niveles de organización: individuos, poblaciones, comunidades y ecosistemas.
Una realidad
Esto no es ciencia ficción. El calentamiento global se ha convertido en un verdadero desafío. Lo que conlleva al entendimiento y la colaboración de muchos países, desde 1988 se han llegado a realizar más de 24 Cumbres Internacionales sobre el tema en cuestión. Existen muchos acuerdos como: el compromiso a las reducciones del CO2 en un 20% para el año 2005 (conocido como el objetivo Toronto), el protocolo de Kioto, el reciente objetivo de Copenhague… Son muchos los intentos pero muy pocos los buenos resultados. Hasta el momento existen numerosos pactos, mucha teoría pero poca práctica, porque todo resulta ser una verdadera farsa, en vez de disminuir, el problema ha ido en aumento poco a poco.
¿Es inevitable? Claramente que no vamos hacer que desaparezca, pero lo que sí hace falta es una decisión social y ante todo política. Ahora nos encontramos ante un mundo con “arcadas”, el clima está descontrolado en todo el mundo y los fenómenos climáticos han ido aumentando en los últimos 50 años; algunos ejemplos son el tsunami y terremoto en Japón, el huracán Jova, el terremoto de Lorca, inundaciones en Río de Janeiro... El problema no va a desaparecer pero se puede reducir el impacto que provocamos en la atmósfera.
¿Futuro?
Desde el pasado se ha luchado para frenar este problema, pero en realidad esta “película” en la que estamos inversos está cada vez más clara. A lo mejor necesitamos a una niña de doce años como Serven Cullis- Suzuki que vuelva a decir “No olviden por qué asisten a estas conferencias: lo hacen porque nosotros somos su hijos. Están decidiendo el tipo de mundo en el que creceremos. (…) Mi padre siempre me dice: “Eres lo que haces, no lo que dices”. Puede ser que muchos de ustedes sí estén cuando se encuentren soluciones, pero la cuestión no es esa, lo importante es que esa solución no llegue demasiado tarde.
“Es momento de ponerse manos a la obra y cambiar nuestros hábitos de consumo y obligar a nuestros gobiernos a que tomen medidas de verdad en este sentido, por muy duras que puedan resultarnos. Vale ya de lamentarse sobre la situación de deterioro ambiental. No busquemos responsabilidades fuera. Aceptemos cada uno la nuestra y hagamos, desde nuestras posibilidades, todo lo que esté en nuestras manos para minimizar al máximo esta situación, colaborando con gobiernos y organismos internacionales en este sentido”, piensa Gonzalo Fernández Jarne sobre la situación.
Y al fin y al cabo, en temas importantes siempre hay pluralidad de opiniones. Porque tener una sola asusta, y más si es negativa. Y da miedo porque hay mucho en juego. Pero es bonito. Tener tanto que perder es bonito. Porque realmente tenemos el mundo en nuestras manos.


